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    (n. Arequipa ,9 de mayo de  1795 - m. Cuzco, 1836) fue un militar peruano que participó en la guerra de la independencia del Perú y en las guerras civiles de los inicios de la República.

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    Hijo de Ramón Escobedo  abogado de la Real Audiencia  y de Manuela Rodríguez de Olmedo y Martínez del Pino. Gregorio Francisco Paula Escobedo Rodríguez, se bautizó en la Parroquia de El Sagrario el 9 de mayo de 1795.



    Partida de bautizo.

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    Estudió en el Seminario de San Jerónimo de su ciudad natal, pero después optó por la carrera militar enrolándose como cadete en el ejército realista que comandó el general José Manuel de Goyeneche contra los patriotas rioplatenses que invadieron el Alto Perú. Allí continuó luego bajo las órdenes de Pío Tristán, Joaquín de la Pezuela y José de La Serna, y por sus méritos fue ascendido a capitán.


    Ya como teniente coronel fue destinado a Guayaquil, en 1818, junto con el Batallón de Granaderos de Reserva, formado en su mayor parte por indígenas cuzqueños. Ante la llegada al Perú de la Expedición Libertadora de San Martín, Escobedo y otros oficiales criollos planearon efectuar en el puerto un pronunciamiento a favor de la independencia. En la noche del 8 al 9 de octubre de 1820 los granaderos tomaron el cuartel de la artillería y apresaron a los oficiales españoles. 


    Al día siguiente se convocó una junta en la sala de ayuntamiento y suscribieron los notables guayaquileños el Acta de Independencia. José Joaquín Olmedo asumió el mando político y Gregorio Escobedo el mando militar de la provincia. Días después, el 14 de octubre, se constituyó una Junta Provisional de Gobierno presidida por Escobedo (ascendido a coronel) e integrada por el coronel Rafael Jimena y el doctor José Vicente Espantoso. Pero Escobedo procedió con vehemencia y arbitrariedad, y acusado de malos manejos fiscales fue enviado ante San Martín en el cuartel general de Huaura.


    Nota: Escobedo arribó a Guayaquil en 1820 en calidad de capitán de la tercera compañía del batallón del Granaderos de Reserva, configurándose como uno de los oficiales de mayor influencia sobre la tropa conformada por soldados americanos. Erróneamente se creía que era el segundo al mando de dicho batallón, sin embargo, recientes descubrimientos realizados en los archivos de la Academia Militar de Segovia aclaran la nómina de altos rangos del batallón del Granaderos en aquella época. 

    Escobedo entabla amistad con tres venezolanos pertenecientes al batallón Numancia, los cuales habían llegado deportados desde el Perú por sus ideas proindependentistas: León de Febres Cordero, Miguel de Letamendi y Luis Urdaneta. Ellos tres fueron el nexo de Escobedo con la sociedad guayaquileña que estaba organizando el golpe emancipador. Al entablar contacto con los independentistas locales, y mostrar una actitud favorable a los intereses patriotas, Escobedo fue invitado a una fiesta por la noche del 1 de octubre en la casa de José de Villamil; fiesta que enmascaraba una reunión de patriotas que planificaban el golpe emancipador, denominada Fragua de Vulcano. Escobedo se unió a la causa independentista oficialmente y rápidamente se convirtió en uno de los principales actores de la revolución.



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    Reincorporado en el ejército patriota, participó en la marcha sobre Lima; y después de la capitulación del Callao estuvo con la guarnición de la fortaleza (1821). Participó luego en la campaña de Ica actuando en la batalla de La Macacona, el 7 de abril de 1822, que fue un revés para las fuerzas patriotas.


    Escobedo fue sometido a la disciplina de San Martín,  fue destinado a cumplir funciones de segunda importancia por más de ocho años. 


    En tiempos de Bolívar fue primer ayudante del Estado Mayor General a órdenes del general José de La Mar, pasando al cuartel general patriota establecido en Trujillo, donde preparó y consiguió recursos para las fuerzas en campaña. Por ello, no estuvo presente en las acciones decisivas de Junín y Ayacucho (1824).


    Ya bajo la República su conducta fue muy turbulenta y polémica, no obstante fue elevado a la categoría de Prócer de la independencia de América. [...] Escobedo tenía ... a una ambición desapoderada juntaba la degradante pasión del juego y que, debajo del cambio político esperaba un cambio de fortuna como el medio seguro de llenar el abismo de sus deudas. Ni menores fundamentos tuvieron los que más tarde le acusaron de cruel e implacable con sus adversarios.


    Por otra parte debe reconocerse que descollaba por su valor su sangre fría y el imperio con que se imponía a sus subalternos. Fue el eje necesario y firme en que giró todo el movimiento revolucionario del Nueve de Octubre. Un rasgo particular de este personaje era como escribe Mendíburu, el odio extraordinario a los españoles. Quería la destrucción de su poderío y, en ello, la venganza de los Incas cuya descendencia era para él un timbre de orgullo”  [...] (José Le Gouhir, Historia de la República del Ecuador, tomo I, p. 197).


    El 25 de agosto de 1830, bajo el primer gobierno de Agustín Gamarra, promovió una sublevación en el Cuzco, con intenciones federalistas, evidentemente atizado por el presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz. Escobedo apresó al prefecto del departamento, Juan Ángel Bujanda, pero su movimiento subversivo fue dominado en un solo día gracias a la intervención mancomunada de militares y civiles.


    Escobedo fue desterrado a Bolivia, pero reapareció en Arequipa, donde nuevamente fue apresado y enviado al destierro en 1832. Retornó en  1836 durante el periodo de la Confederación Perú Boliviana, participó en la guerra entre los caudillos Salaverry y Santa Cruz, falleciendo ese mismo año. 


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    Actualmente una de las principales avenidas del distrito limeño de Jesús María lleva su nombre. También algunas instituciones educativas en Guayaquil Ecuador ya que contribuyó a la independencia  del país norteño.


    Su nombre figura también el Monumento erigido a los próceres arequipeños de la Independencia en el barrio de San Lázaro en Arequipa. 


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    Fuentes:

    • Basadre, Jorge: Historia de la República del Perú. 1822 - 1933, Octava Edición, corregida y aumentada. Tomo 2. Editada por el Diario "La República" de Lima y la Universidad "Ricardo Palma". Impreso en Santiago de Chile, 1998.
    • Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 6. D’AC/FER. Lima, PEISA, 2001. I
    • Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Sexto y Séptimo Tomo. Primera Edición. Editor Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1971.
    • http://guaiaquilum.blogspot.com/2014/11/la-verdad-sobre-gregorio-escobedo.html
    • https://www.familysearch.org