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    Teniendo a españoles como antecesores por la vía paterna y a cajamarquinos, por la materna, José María Santistevan Villaverde nació en Arequipa el 2 de enero de 1898. Por la muerte de su padre y para ayudar a sostener a su familia, a los diecisiete años de edad y cuando se aprestaba a iniciar sus estudios superiores, tuvo que ingresar a trabajar como "oficinista" del Banco del Perú y Londres. 



    En esa entidad bancaria fue dirigente gremial de los trabajadores y, como tal, fue uno de los organizadores de la primera huelga general de los trabajadores de Arequipa (1919). Poco después pasó a trabajar en la Testamentería de Eduardo López de Romaña, empresa que se asoció a la Cámara el 25 de octubre de 1923 y que años después adoptó la razón social de Central Chucarapi. En esa empresa trabajó por el considerable espacio de cuarenta años, muchos de los cuales en el desempeño de la Gerencia. La dirección de la Testamentería de Eduardo López de Romaña - Central Chucarapi era un cargo particularmente difícil, ya que más que una empresa, se trataba de un complejo empresarial que comprendía la agroindustria de Chucarapi; el ingenio azucarero del valle de Tambo; la Ganadería Picotani en Puno; inmuebles y acciones en varias empresas; minas, alguna de las cuales localizada en Bolivia; y la hacienda Tambo Real en Chimbote.


    Fue Vocal y Vice-Presidente de la Cámara en numerosos períodos. Cuando se procesaba la crisis institucional de 1931, por acuerdo del Consejo de Administración del 15 de junio, se le encargó la Presidencia de la Cámara por los sesenta días de duración de la licencia otorgada a Jorge Alberto Llosa. En el mismo año crítico y dadas las sucesivas renuncias de Juan Barclay y Jorge Alberto Llosa, la Junta General Extraordinaria del 22 de setiembre lo eligió como Presidente de la Cámara "hasta la aprobación de los nuevos estatutos o hasta la terminación del presente año". 




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    Estas dos breves presidencias, la encargatura de sesenta días y la que se dio con "todas las de la ley" y que duró noventa y siete días, tienen la significación histórica de haber convertido a José María Santistevan Villaverde, como el primer representante de una empresa fundamentalmente productora que llegó a la Presidencia de la Cámara de Comercio de Arequipa. 

    El único antecedente de esta situación hasta 1931 inédita, fue el de José Eguren, quien representando a la Compañía Forga presidió la Cámara entre 1910 y 1916. Téngase en cuenta que si uno de los rubros básicos de Forga y Compañía en 1910, fue el industrial (Fábrica de Tejidos de El Huayco), éste era compartido por el más antiguo giro comercial (exportador e importador) de esta firma. En 1931, como ya señaláramos, la Testamentería de Eduardo López de Romaña si bien era un complejo empresarial de la época, su actividad fundamental era la producción de caña de azúcar en el ingenio de Tambo y la producción industrial de azúcar en Chucarapi.


    Pero si las fugaces presidencias de Santistevan en 1931 fueron valiosas por el significado de su nominación, la que ejerció en el bienio de 1946-1947 fue importante por el significado de sus propuestas pro-industrialistas y por su trascendente actividad que tuvieron por clímax la Primera Reunión de Presidentes de Cámaras de Comercio del Sur, como se verá más adelante. La importancia de José María Santistevan Villaverde, en la historia centenaria de la Cámara, no sólo radica pues en haber sido el primer representante de una empresa productora que llegó a la Presidencia de la Cámara, sino  que se sustenta también en que fue el primero que desde el alto cargo institucional con la asesoría del Gerente de esa época de la Cámara: Jaime Rey de Castro hizo explícitamente una propuesta pro-industrialista. Cierto es que varios factores contribuyeron a esta innovación ideológica: la aparición de nuevas empresas industriales en el desarrollo económico de Arequipa, la distinta y subsecuente composición de la Cámara, el origen empresarial de Santistevan y hasta el carácter político del régimen que presidía Bustamante y Rivero pero todo ello no impide reconocer el mérito de un dirigente que supo captar la naturaleza de su mandato, de las circunstancias en que actuó y de las ideas innovadoras que, finalmente, impulsó.


    José María Santistevan Villaverde integró la comisión que estudió un nuevo tratado comercial con Bolivia en 1937. Por treinta años fue Cónsul de Uruguay en Arequipa  y, en tal calidad, varias veces fue electo Decano del Cuerpo Consular. También en varias oportunidades fue Concejal de la Municipalidad de Arequipa y dirigente del Club de Arequipa, Lanificio del Perú, CORSUR, Agencia Marítima SA., etc.


    El Dr. Jaime Rey de Castro quien se inició como Gerente de la Cámara durante la última Presidencia de don José María lo recuerda como "un hombre trabajador, dinámico, de pensamiento rápido y con la mente abierta a otros criterios. Dirigió la Cámara con mano segura". . ."La vida llevó a don José María Santistevan al mundo de los negocios y de los números. Este 'homo economicus' escondía un poeta aficionado, romántico por añadidura, gran lector y formador de una respetable biblioteca".


    Jubilado en 1960 de Central Chucarapi, por razones de salud tuvo que radicar en Lima, situación para la que nunca obtuvo resignación. En la capital fue Director del Banco de la Vivienda.


    José María Santistevan Villaverde, que fue esposo de la Sra. Carmen Rosa Noriega de Santistevan, y padre de: Carlos, Elena, Eduardo, Jorge, Rosa, Enrique y Alfonso; falleció en Lima el 30 de noviembre de 1975.



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    Fuentes:
    • Juan Guillermo Carpio Muñoz,  "Un siglo de esfuerzo, historia de la Cámara de Comercio de Arequipa".