🔴 Edilberto Zegarra Ballón
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Don Edilberto Zegarra Ballón nació el 24 de febrero de 1867, en un hogar respetable y lleno de valores. Era hijo del Proto-médico Dr. Francisco A. Zegarra y de la honorable dama Doña Julia Ballón de Zegarra. Desde pequeño creció en un ambiente de franca renovación social, lo que marcó profundamente su formación y visión del mundo.
Durante su infancia recibió una esmerada educación, y en su adolescencia cursó la secundaria en el prestigioso Colegio Nacional de la Independencia Americana. Allí fue guiado por destacados docentes como los doctores José Benito Montesinos y Carlos Rubén Polar, quienes seguramente supieron cultivar su sensibilidad e intelecto.
Su inclinación por las letras no tardó en manifestarse. Muy joven aún, comenzó a publicar en las columnas del periódico “La Bolsa”, revelando una inspirada pluma que pronto se haría notar. En 1889, dio un gran paso al publicar su primer libro de poesía titulado CELIA, una obra compuesta por siete cantos y prologada por el respetado Dr. Jorge Polar. Esta publicación lo perfiló como un poeta de gran talento.
Su carrera en el periodismo despegó en 1890, cuando el diario “La Revista del Sur”, propiedad del Sr. José Valentín Rivera, lo contrató como cronista. Así comenzó una intensa y apasionada vida en el periodismo, que más tarde lo llevaría a fundar, en un acto de verdadera vocación, el prestigioso diario "El Pueblo", una publicación que terminaría por inmortalizar su nombre.
Para 1891, Edilberto Zegarra Ballón ya era reconocido como un escritor, literato y periodista de renombre. Ese mismo año, el 2 de mayo, ingresó al "CLUB LITERARIO" en una ceremonia solemne donde recitó su conmovedor poema "Canto del Alma". La presentación fue tan bien recibida que obtuvo la aceptación unánime de los presentes. El poema fue publicado en "El Álbum", órgano oficial de aquella distinguida institución.
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CANTO DEL ALMA
Hay un pueblo grandioso
De un murmurante rio en la ribera
Que se yergue a las faldas de un coloso
Con majestad gallarda y altanera
Tiene una hermosa historia
Y cuando lucha de valor se expande
Delira por la gloria
¡Y adora con pasión todo lo grande!
Lleva fuego viril en las entrañas
Y sus hijos son fuertes y serenos
Viviendo entre el desierto y las montañas
Coronadas de rayos y de truenos
Sus campos son feraces
Brotan en ellos delicadas flores
Lo aduermen con amor brisas fugaces
Y parece el edén de los amores
Sus hijos son valientes
Y fuertes en las luchas de la vida
De pasiones ardientes
De mente soñadora y atrevida
En la marcha ascendente del progreso
Siempre disputa la primera fila
Y posee, por eso
Luz en el corazón y en la pupila
¡Sabe creer y amar! No le hace falta
Placeres enervantes que no tiene
Por la virtud se exalta
Y nunca ante el peligro se detiene
Es un pueblo de bellas tradiciones
Que amo la libertad hasta el delirio
Y se envolvió en horribles convulsiones
Y subió los peldaños del martirio
En su inmortal historia
Hay episodios mil de patriotismo
Cada página guarda una victoria
O un destello sublime de heroísmo
Ese pueblo grandioso
Que se yergue de un rio en la ribera
Y se asienta en las faldas de un coloso
Con majestad soberbia y altanera
Que ama la libertad con desvarío
Y que a todo progreso se anticipa
Ese pueblo es el mío
¡Es esta hermosa tierra, es Arequipa!
Es la tierra en que se halla
Fecundo germen que produce atletas
Héroes de los campos de batalla
Artista y poetas
Yo le debía un canto
A este pueblo querido
Que formó siempre el delicioso encanto
De todas las funciones que he sentido
Porque en sus verdes campos
Se deslizo con suavidad mis campos
Del bello sol que ilumino mi estancia
Porque aquí vive lo que más adoro
Porque aquí tengo lo que más anhelo
La hermosa inspiración que es mi tesoro
¡La dulce poesía, que es mi cielo!
Porque aquí hay sentimiento
E idea noble, levantada alta
Tiene donde volar el pensamiento
Cuando con alas de águila se exalta
Tiene donde subir la fantasía
Con vuelo prepotente
Y en regiones de excelsa poesía
Dar campo al corazón, luz a la mente…
¡Oh! Si yo tengo orgullo
De esta mi tierra, amor de mis amores
Que acaricio mi cuna con murmullo
De truenos y temblores
Y siento anhelo ardiente
De que el Perú más glorias le demande
Para que siga siendo eternamente
El pueblo valeroso, altivo y grande
Salud, noble santuario
Del arte, del valor y las ideas
Salve, sublime pueblo legendario
Mi Arequipa, mi amor, bendita seas.
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En 1892 fundó “El Cosmos”, periódico decenal científico literario, su primer número salió a luz el 10 de junio, en la Imprenta del diario “La Revista del Sur”. Le acompañaron en la empresa y la redacción los doctores Jorge Polar, Alberto Rey de Castro y Víctor M. Siles.
El 16 de julio de 1893, Don Edilberto Zegarra Ballón unió su vida a la de Clotilde Valdéz en matrimonio, formalizado en la Partida N° 60, fechada el 22 de agosto de ese mismo año. Este nuevo capítulo en su vida personal coincidió con una etapa especialmente prolífica en su carrera literaria.
Apenas se alejó del periódico “El Cosmos”, sorprendió nuevamente al público con la publicación de su poemario Vibraciones Psíquicas, una obra que fue recibida con entusiasmo por la crítica. El prólogo estuvo a cargo del renombrado poeta, periodista e historiador Dr. J. Ignacio Gamio, quien no escatimó elogios y calificó los versos como “un modelo de poema lírico”. Esta obra vio la luz en 1894, gracias a la Imprenta de “La Revista del Sur”.
A pesar de su carácter modesto, Edilberto no solo brillaba en el mundo de las letras. Supo también comprometerse con la vida pública y, siendo aún joven, fue designado Subprefecto de Islay (Mollendo) en 1896. Este cargo marcó el inicio de su incursión en la administración pública, donde su trato afable y su integridad personal le granjearon el respeto de muchos.
Tanto así, que en 1901 fue nombrado Secretario de la Presidencia de la República durante el gobierno del señor Eduardo López de Romaña, un puesto que confirma el reconocimiento a su capacidad y valores.
Y como si eso no bastara, en 1903 volvió a deleitarnos con dos nuevos poemarios: Espontáneas y Amor y Poesía, ambos editados en Lima. Con estas publicaciones, su obra literaria alcanzaba una nueva cumbre, y los elogiosos prólogos que acompañaron cada libro se convirtieron en valiosos testimonios para futuros estudios de la literatura nacional.
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En 1904, cristalizó como ya enunciamos su vocación por el Apostolado de la Prensa y fundó el diario “EL PUEBLO” de Arequipa en unión de los señores Manuel Trinidad Arispe, Alberto Ulloa, Rodolfo Valdez e Ismael Zegarra Ballón. La gestión quedó legalizada el día de Nuestra Señora de Loreto – 10 de diciembre de 1904 – y la Dirección del periódico, como la Gerencia de la Empresa recayó en su promotor, quien en los 20 días restantes del citado mes, logró acondicionar los talleres de la Imprenta en la calle de Mercaderes.
Fachada del Local de El Pueblo, en la calle Mercaderes por los años 40. Posteriormente se trasladaría a su local de la Calle Sucre n° 203 en 1962.
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El primer número de “EL PUEBLO” con el nuevo sistema de venta callejera que había ideado su flamante Director, inundó el 1° de Enero de 1905, ¡”El Pueblooo”! fue la voz connaturalizada que aún vive en el alma popular de Arequipa, como “El Canto del Alma”, poema que siempre vivió en la memoria romántica de su autor. Inmediatamente el público le dispensó su favor y lo recibió con beneplácito y agotó su primera edición de dos mil ejemplares.
“EL PUEBLO” ingresó en esta forma al concierto del periodismo nacional; y arequipeño, representando a la sazón por “La Bolsa”, decano que había cumplido 45 años y “El Deber” 15 y las revistas “JUVENTUD” “La Reforma Popular”.
En 1911, ante la necesidad que imponía el público en la demanda del diario, el Sr. Zegarra Ballón y sus socios, sustituyeron la primera impresora que había sido de la Imprenta de “La Revista del Sur” con una ROTOPLANA para hacer tiradas hasta de ocho páginas, colocando a la imprenta a la altura de los mejores diarios de la Capital. En 1923 a su turno, esta impresora fue reemplazada por la de 10 páginas que sirvió hasta el año de 1967.
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[...] Sus vinculaciones con el pueblo y las masas lo empujan por los caminos de la política y es así como fue elegido Senador Suplente por Arequipa en 1911, concurriendo como tal a la cámara de Senadores de 1911 a 1912. Aquel mismo año surgió en el país un movimiento popular a favor del Sr. Guillermo Billinghurst y el Señor Ballón es designado Presidente del Comité Departamental de Arequipa encargado de dirigir el movimiento. En 1913 salió elegido Diputado por Caylloma, elección que fuera anulada por móviles políticos.
En 1914 es llamado por el Congreso en su calidad de Senador Suplente a la ciudad de Lima, para resolver el problema político de sucesión del Presidente Billinghurst. Formó parte en las filas de la mayoría opuesta al golpe de Estado del 4 de febrero por el General Benavides . Asqueado de la política s e aparta definitivamente para volver a su diario. [...] Vladimiro Bermejo.
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Para 1918, el diario El Pueblo ya mostraba señales de modernización. La empresa había adquirido dos linotipos de última generación, dejando atrás la tradicional composición con tipos móviles. Este avance tecnológico no solo mejoró la calidad de impresión, sino que también permitió una producción más eficiente, acompañando así el espíritu progresista de su fundador.
A lo largo de los años, El Pueblo se mantuvo firme en su lema: Verdad, Justicia y Libertad. Con valentía, muchas veces en solitario, defendió ideales humanos con editoriales que despertaron la simpatía de las clases trabajadoras y el respeto de sus lectores. Como un auténtico Quijote, Don Edilberto lideraba esta cruzada desde su trinchera periodística.
Ese compromiso inquebrantable fue celebrado el 1° de enero de 1930, cuando El Pueblo cumplió sus Bodas de Plata. Fueron 25 años de lucha y entrega, y el reconocimiento no se hizo esperar: el propio Zegarra Ballón recibió múltiples muestras de gratitud por su incansable labor.
Veinte años después, en 1951, su legado alcanzó nuevas alturas. En un acto de justicia a su obra cultural, los más altos estamentos del país y del mundo le rindieron homenaje. El 5 de septiembre de ese año, Don Edilberto recibió la Orden de “El Sol del Perú”, la Gran Cruz de la Orden de San Gregorio otorgada por la Santa Sede, y la Medalla de Oro de la Ciudad, concedida por el Consejo Provincial. Distinciones que no solo honraban su carrera, sino también su alma noble y comprometida.
Finalmente, el 22 de agosto de 1957, tras una vida plena dedicada a la cultura, las letras y la patria, Don Edilberto Zegarra Ballón partió de este mundo a los 90 años, 5 meses y 28 días. Su fallecimiento dejó un vacío profundo en el periodismo nacional. Fue sepultado en el Cementerio General de la Apacheta, al lado de su amada esposa, cerrando así el capítulo de una vida ejemplar.
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El Concejo Provincial de Arequipa, Haciéndole justicia, lo declaró por sus méritos: “HIJO ILUSTRE DE AREQUIPA” y decretó el ingreso de su retrato en la Galería correspondiente. El ordenamiento se cumplió el martes 16 de Agosto de 1966.
Fuente:
- Arequipa (Bio-bibliografía de Arequipeños Contemporáneos), Vladimiro Bermejo, Talleres Gráficos La Colmena S.A. 1954.
- Diario EL Pueblo 24 de febrero de 1967. Aparece también en La Lira Arequipeña, Tomo II , reedición de Artemio Peraltilla Diaz.
