📌 El Hospital de San Juan de Dios
Índice
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La asistencia hospitalaria nace en Arequipa en 1539, con el bachiller Juan de Nava, Cirujano a quién don Alonso de Meza otorga el poder para pleitos, y para firmar escrituras de cobranza; asimismo . Pedro Pizarro le concede el poder para que administrases sus indios, tome minas y otorgue cartas de pago, el Cabildo de Arequipa en 1541 le hace merced de una encomienda en el valle de Camana . De suerte que fue Juan de Nava , el primer médico que ejerce su profesión en el valle de Arequipa.
El 27 de septiembre de 1552, Hernando de Mena en representación del cabildo de la ciudad de Lima , se presentó al cabildo de la ciudad de Arequipa y expuso la real cédula que autorizaba hacer uso de los relaves y escobillas que venden en las fundiciones los minerales en beneficio de hospitales, según merced de su majestad.
Con la finalidad de que este beneficio no pasara a un hospital de otro distrito, sino que se quedara en provecho de la ciudad de Arequipa, el Cabildo acordó en esa misma sesión , fundar un Hospital para la curación de españoles, indios, y demás castas, para cual se comprarían los solares necesarios y se solicitarán donaciones y pedirían limosnas a los habitantes de la ciudad.
(Estudios históricos de Arequipa, Alejandro Málaga Medina).
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El hospital fue reconocido por el Superior gobierno, representado por el Virrey Marqués de Cañete, el 17 de noviembre de 1559, otorgándole como renta el Noveno y Medio de la gruesa de los diezmos.
La señora Catalina de Mazuelos fue la principal benefactora y servidora de este hospicio, dama muy caritativa; además de atender personalmente a los enfermos en el hospital, con sus propiedades y bienes establece una Hermandad con la finalidad principal de que no faltaren devotos a los pobres y enfermos.
Sirven en este hospital como Mayordomos: El Capitán Alonso de Cáceres, varias veces Alcalde y Regidor y encomendero de Pocsi y valle de Tambo, Hernando Alvarez de Carmona encomendero de Atico y CaraveJí, personaje vinculado con el Monasterio de Nuestra Sellara de la Gracia o Santa Catalina de Sena y Alonso Salazar.
Se desempeñan como Capellanes los religiosos: Miguel Velásquez, Antonio Jaimes, Diego de Altamirano y Mateo de Sepúlveda.
Alonso de Aldana, maestro constructor. cuyos servicios en la arquitectura arequipeña del siglo XVI son ampliamente conocidos, celebró una serie de contratos para realizar obras de arquitectura civil y religiosa; tal es el contrato celebrado con el Cabildo, Justicia y Regimiento para la fabricación del puente (hoy puente Bolognesi). Al enfermar gravemente de la cabeza no pudo cumplir con estos contratos. siendo más bien internado en el Hospital.
[...]En 1570 obtuvo la ciudad un jubileo para el hospital, y con este motivo se colocó en su templo el Augusto Sacramento del Altar. [...](Memorias para la historia de Arequipa. Padre Barriga ).
[...]En 1570 obtuvo la ciudad un jubileo para el hospital, y con este motivo se colocó en su templo el Augusto Sacramento del Altar. [...](Memorias para la historia de Arequipa. Padre Barriga ).
En vista de la gravedad del maestro constructor Aldana, el Prior del Convento de Santo Domingo de Lima. Fr. Alonso de la Cerda, en 1590 contrata los servicios del Sr. don Francisco Franco médico cirujano, con la finalidad de que se trasladará a la ciudad de Arequipa y auxiliara en su dolencia a dicho enfermo. Esta no fue la única vez que llegan de Lima médicos especialistas a curar a los enfermos que se atienden en el Hospital de Nuestra Señora de los Remedios. llegan con frecuencia ya sea a solicitud de enfermos adinerados o por disposición del Superior Gobierno.
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Óleo: San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González (1880). Museo de Bellas Artes de Granada.
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En 1619 arriban a la ciudad .de Arequipa, procedentes de la Capitanía General de Chile, los hijos de la Orden Religiosa del Beato Juan de Dios y se presentan al Cabildo de la Ciudad ofreciendo sus servicios para hacerse cargo del Hospital existente, en las mismas condiciones que regentan el Hospital de San Marcos del Puerto de Arica.
Los Hermanos del Beato Juan de Dios son expertos en el servicio y atención de los pobres y, particularmente, de los enfermos. ya que muchos de ellos eran peritos en enfermería y muchas veces hasta médicos-cirujanos; por eso las autoridades metropolilanas les permiten el control, administración y atención de muchos hospitales en América
Considerando la difícil situación económica por la que atraviesa el hospital, el Cabildo acuerda en 1623 que en este nosocomio sólo se prestara atención a los enfermos pobres ya sean blancos o mestizos; en cambio. los negros esclavos y los zambos debían ser atendidos en otro centro hospitalario o pagar su atención y cura. Por esta marginación en Arequipa murieron muchos negros, ya que sus propietarios cuando veían que se enfermaban procuraban deshacerse de ellos a la brevedad posible, por lo que los vendían en remate y subastas públicas realizadas en la Plaza Mayor o en los atrios de las iglesias.
Las medicinas son controladas directamente en el Hospital y elevan informes regularmente al Cabildo, ya que las Ordenanzas así lo establecían, por haber sido este su Fundador y Patrón. Por este control tan estricto, en 1629 el Cabildo niega licencia a Fernando de Cárdenas para instalar una Botica y ordena el decomiso de varios cajones de medicamentos a Francisco del Río.
El Hospital de Nuestra Señora de los Remedios. desde su fundación crece paulatinamente. debido a las exigencias del aumento de población, que traía como lógica consecuencia el mayor numero de enfermos, como por las epidemias que azotan la ciudad. Por otra parte las limosnas y donaciones se incrementan lo suficiente como para atender un mayor número de pacientes y pobres. Este crecimiento de sus rentas y propiedades exige los servicios de un abogado asesor. siendo nombrado el doctor Mateo Ruiz de Sosa, que resulta ser el primer abogado de dicho nosocomio.
El 15 de febrero de 1630 Fray Antonio Vélez del Tejo, por delegación del Comisario General Fray Juan Pobre, se presenta ante el Obispo Don Pedro de Perea, y le muestra las. Constituciones y las Bulas de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y tras algunas dificultades y demoras, se consigue la licencia para que los Hermanos de San Juan de Dios se hagan cargo de la administración del hospital.
El 15 de febrero de 1630 Fray Antonio Vélez del Tejo, por delegación del Comisario General Fray Juan Pobre, se presenta ante el Obispo Don Pedro de Perea, y le muestra las. Constituciones y las Bulas de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y tras algunas dificultades y demoras, se consigue la licencia para que los Hermanos de San Juan de Dios se hagan cargo de la administración del hospital.
En 1632 llega un Aula proveído por el Consejo de Indias. en el que se establece los derechos y obligaciones de los Hermanos de la Orden del Beato Juan de Dios, que hacía 13 años ofrecieron sus servicios para administrar el Hospital, que quedó en suspenso hasta nueva oportunidad.
Esta disposición del Consejo de Indias. entre otras cosas establece que, en los hospitales que estuvieran bajo el control de los hijos del Beato Juan de Dios, hubiera únicamente el número necesario de religiosos para el servicio, ministerio, cura y limpieza de los pobres. Número que es señalado por los Virreyes o Presidentes de Audiencias, lo que se informa minuciosamente a los Prelados Obispos y Arzobispos en donde los hubieras; en los lugares donde no existieran informaran a los Gobernadores, Corregidores y Comisarios que para tales casos nombraron los Cabildos Seculares. con intervención de los Oficiales Reales.
En atención al Real Patronato las autoridades del Superior Gobierno llamaban al Prior de los hospitales para que informe sobre el número de religiosos que requieren para su atención y servicios reservándose la facultad de nombramiento a los Concejales.
Para nombrar a los religiosos que sirven en los hospitales se tenía en cuenta la calidad de los mismos y el número de enfermos que cada ano se atiende tanto de españoles como de otras castas; las rentas fijas y las que suelen acumularse por concepto de limosnas y donaciones; después de esta información se fija el número de religiosos procurando nombrar uno o más de los requeridos ya que en muchos casos los religiosos mueren en el viaje y no arriban a su destino. En caso de haber exceso de religiosos en Otros hospitales eran trasladados a los que faltaren.
Al nombrar a los hijos del Beato Juan de Dios para la atención a los enfermos en los hospitales se procura que uno o dos sean sacerdotes, con la finalidad que celebren misa los viernes. domingos y días festivos y aplicar los sacramentos a los enfermos.
Los hermanos de San Juan de Dios que atienden en los hospitales y otros hospicios están prohibidos de aceptar cargos de Prelados·Obispos y Arzobispos ·ya que· las Bulas Papales así 10 establecen, las mismas que están refrendadas por el Consejo de Indias.
Los sacerdotes que atienden en los hospitales previamente son examinados y probados en sus cargos por los Ordinarios; además, deben tener licencia de las autoridades para poder aplicar los Sacramentos.
Los religiosos sanjuandedianos estaban prohibidos de fundar convento claustros. celdas, iglesias, cementerio, en los hospitales que tienen a su cargo, salvo si tienen licencia. Sólo pueden fundarse en las ciudades de México, Panamá y Lima con fines de formación sacerdotal.
Por otra parte se establece que los hospitales que no tuvieran convento, pudieran edificar Capilla, Campanario, Sagrario, para lo que acudirían a las autoridades ordinarias a fin de que les otorguen licencia.
Los Prelados son los encargados de señalar a los Hermanos Mayores de los Conventos. Si fallan religiosos se les faculta para que reciban a los españoles y criollos para que vistan los hábitos.
En América se establecen tres casas matrices de los Hijos de San Juan de Dios: México, Panamá y lima, las que tienen jurisdicción en sus respectivos Virreynatos y Audiencia de Panamá. En cada una había un Comisario, nombrado por el Vicario General de la Orden, se encarga de nombrar a los religiosos de los diversos hospitales y visitar regularmente en calidad de inspección. estos centros hospitalarios.
En los hospitales servían como Hermanos de San Juan de Dios únicamente españoles y criollos americanos, está prohibido de otros lugares, como Filipinas.
Los Hermanos que atienden en los hospitales deben comportarse teniendo en cuenta que no son propietarios ni señores de los mismos y que por lo tanto, no pueden disponer de las rentas y propiedades de dichos centros hospitalarios; se limitan a cumplir su papel de ministros y asistentes de los hospitales y en atender y curar a los enfermos.
El Superior al hacerse cargo de un hospital recibe en inventario los bienes mue· bies y raíces, juros, censos, derechos y acciones; así como rentas y situaciones en las Reales Cajas. Dan cuenta de las limosnas que donan las personas caritativas.
Por otra parte, los Superiores de los Hospitales rinden cuenta a los Gobernadores, Corregidores y Cabildos Seculares de las ciudades y villas donde funcionan los centros hospitalarios o en su defecto, a los Diputados que con tal fin se nombran.
En las visitas regulares los superiores, intervienen el Ordinario Eclesiástico, especialmente de aquellos hospicios que tienen Iglesia y Altar.
Los hermanos Juandedianos no pueden disponer a su manera, de los hospitales ni cambiarlos de lugar, ni construir dentro de ellos iglesias, claustros, celdas o cementerios a su voluntad, sino que sólo edificarían las Oficinas y reparos que convinieran a la hospitalidad y cómoda vivienda, previa consulta y licencia del Virrey o Gobernador. o del Ordinario Eclesiástico y Cabildo Secular.
De las rentas y bienes de los hospitales toman lo estrictamente necesario para su sustento y vestuario conservando siempre la modestia que la profesión exige.
Los hermanos que trabajan en hospitales y deciden colgar los hábitos, necesitan autorización, y se trasladan de inmediato a la Península; está prohibido quedarse en las indias, lo propio se hace con aquellos Hermanos que no guardan ni cumplen con las Constituciones.
Los Hermanos de San Juan de Dios, por su parte, antes de hacerse cargo del Hospital de Nuestra Señora de los Remedios de Arequipa, proponen una serie de Condiciones.
Frente a tal situación el Cabildo convoca al pueblo de Arequipa, para se pronunciara sobre el particular. El 12 de enero de 1635 se acuerda poner el hospital bajo el cuidado de los Hermanos de San Juan de Dios. Después de dos años el padre Fr. Juan Gonzáles Pantigoso se presenta al Cabildo para tratar sobre las condiciones en que tomarían el Hospital.
Transcurrieron diez años para que las Condiciones de los Hermanos Juandedianos fueran aceptadas. El Cabildo, por su parte, dicta Constituciones que son observa· das por los religiosos que, al mismo tiempo, reciben la orden de sus superiores de retirarse. Todo esto pasa mientras es superior el padre Pedro Corpazo .
Finalmente, el padre Fr. Andrés Diaz. Manso, con plenos poderes, acepta las Capitulaciones y el Hospital de Nuestra Señora de los Remedios le es entregado el 2 de enero de 1648. El 10 de mayo recibe oficialmente la enfermería con 30 climas y todo lo concerniente a ella como consta en el inventario correspondiente.
Desde el 2 de enero de 1648 el hospital se denomina de San Juan de Dios, naturalmente que desde varios años antes ya los hermanos venían prestando sus servicios en dicho hospital .
En las capitulaciones se establece que en la revisión y aprobación de cuentas intervendrían dos Diputados y que se observase el Acuerdo Real del Consejo de Indias del 30 de enero de 1632. El médico, Cirujano y Boticario, si no era religioso, lo nombraría el Cabildo.
El primer Prior Fray Andrés Díaz Manso, quien recibió las instalaciones con 30 camas. El Hospital se ubicaba en la segunda manzana de la (actual) calle San Juan de Dios, llamándose así dicha calle por la presencia Juandediana en Arequipa.
Una vez los hermanos de San Juan de Dios se hicieron cargo del hospital , los vecinos de la ciudad acudieron con elevadas sumas de dinero ,en limosnas y en breve tiempo , levantaron su iglesia con todas las oficinas necesarias, para la que tuvieron que seguir un largo trámite a fin de conseguir la licencia correspondiente.
En 1673 el Obispo entonces de Arequipa Fr. Juan de Almoguera , construyó una sala amplia de cal y canto ; con el material que sobró se edificó otra sala más pequeña de manera que la enfermería quedó constituida por cuatro salas.
[...]Los Obispos Antonio de León (1677 – 1708) y Juan de Cavero (1725 – 1741) construyeron más salas, el Intendente don Bartolomé María de Salamanca construyó dos salas más, en el día el hospital contaba generalmente con 8 salas para hombres y tres para mujeres. esta obra no menos piadosa que necesaria demandaba más extensión.[...] (Memorias de Arequipa para la historia de Arequipa. Padre Barriga).
[...]En 1724, en cumplimiento de una cláusula testamentaria del obispo Otárola, y con las muchas limosnas que afluyeron, se completó la cuarta sala del crucero del Hospital con cincuenta camas. En 1728, tomó el edificio mayor ensanche y comodidad con el aumento de tres salas, debidas al caritativo señor Cavero, obispo también de esta diócesis.[...] (Revista Histórica, Órgano del Instituto Histórico del Perú Vol. II.1907).
El 18 de diciembre de 1775 el Padre Comisario Fray José Colomina visita Arequipa, y la situación en la que encontró el Hospital, la Iglesia y la Comunidad de Hermanos fue la siguiente: Las instalaciones constan de 07 salas, todas de bóveda de cantería (que resiste mejor los terremotos que los techos planos); son 04 para hombres y 03 para mujeres; los lechos están empotrados en los muros, y en total suman 94 camas. Al año se curan 900 enfermos y la botica está bien provista.
La Iglesia es de una sola nave con bóveda de piedra de sillería, y la celebración religiosa del día de San Juan de Dios es muy concurrida. La Comunidad de Hermanos está integrada por 24 religiosos. Finalmente, el claustro del Hospital se acaba de terminar y ahora es de piedra de sillería, y a su alrededor están las oficinas.
El antiguo Templo de San Juan de Dios.
Fu el octavo templo construido en la ciudad, incluyendo como de costumbre una plaza anexa. Está a dos cuadras de la plaza ocupando el sudoeste de ella , era de cal y canto y bóveda, de una sola nave. Se extiende de septrión al medio día en cuya área tiene 36 varas de largo 6 y media de ancho y 12 de elevación . Es sombrío y no tiene otra particularidad que la de tener al lado izquierdo del Presbiterio, que corresponde al Este un epitafio que conserva la memoria de un hermano Ignacio que floreció a santidad y murió el año 1647, y lo enterraron allí, se descubrió su lápida en 1801, además se enterró a Fray José Ramírez de Tiabaya fallecido el 7 de mayo de 1790, este segundo cadáver se descubrió en 1804.
El primer Prior Fray Andrés Díaz Manso, quien recibió las instalaciones con 30 camas. El Hospital se ubicaba en la segunda manzana de la (actual) calle San Juan de Dios, llamándose así dicha calle por la presencia Juandediana en Arequipa.
Una vez los hermanos de San Juan de Dios se hicieron cargo del hospital , los vecinos de la ciudad acudieron con elevadas sumas de dinero ,en limosnas y en breve tiempo , levantaron su iglesia con todas las oficinas necesarias, para la que tuvieron que seguir un largo trámite a fin de conseguir la licencia correspondiente.
En 1673 el Obispo entonces de Arequipa Fr. Juan de Almoguera , construyó una sala amplia de cal y canto ; con el material que sobró se edificó otra sala más pequeña de manera que la enfermería quedó constituida por cuatro salas.
[...]Los Obispos Antonio de León (1677 – 1708) y Juan de Cavero (1725 – 1741) construyeron más salas, el Intendente don Bartolomé María de Salamanca construyó dos salas más, en el día el hospital contaba generalmente con 8 salas para hombres y tres para mujeres. esta obra no menos piadosa que necesaria demandaba más extensión.[...] (Memorias de Arequipa para la historia de Arequipa. Padre Barriga).
[...]En 1724, en cumplimiento de una cláusula testamentaria del obispo Otárola, y con las muchas limosnas que afluyeron, se completó la cuarta sala del crucero del Hospital con cincuenta camas. En 1728, tomó el edificio mayor ensanche y comodidad con el aumento de tres salas, debidas al caritativo señor Cavero, obispo también de esta diócesis.[...] (Revista Histórica, Órgano del Instituto Histórico del Perú Vol. II.1907).
El 18 de diciembre de 1775 el Padre Comisario Fray José Colomina visita Arequipa, y la situación en la que encontró el Hospital, la Iglesia y la Comunidad de Hermanos fue la siguiente: Las instalaciones constan de 07 salas, todas de bóveda de cantería (que resiste mejor los terremotos que los techos planos); son 04 para hombres y 03 para mujeres; los lechos están empotrados en los muros, y en total suman 94 camas. Al año se curan 900 enfermos y la botica está bien provista.
La Iglesia es de una sola nave con bóveda de piedra de sillería, y la celebración religiosa del día de San Juan de Dios es muy concurrida. La Comunidad de Hermanos está integrada por 24 religiosos. Finalmente, el claustro del Hospital se acaba de terminar y ahora es de piedra de sillería, y a su alrededor están las oficinas.
Recorte fotográfico del Plano escenográfico de Arequipa de 1787. Autor, Francisco Vélez y Rodríguez, a solicitud del intendente Álvarez y Ximénez.
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Portada del Antiguo Templo de San Juan de Dios. Maqueta elaborada por, Guillermo Fernán Zegarra Núñez. Museo Histórico Municipal de Arequipa.
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El antiguo Templo de San Juan de Dios.
Fu el octavo templo construido en la ciudad, incluyendo como de costumbre una plaza anexa. Está a dos cuadras de la plaza ocupando el sudoeste de ella , era de cal y canto y bóveda, de una sola nave. Se extiende de septrión al medio día en cuya área tiene 36 varas de largo 6 y media de ancho y 12 de elevación . Es sombrío y no tiene otra particularidad que la de tener al lado izquierdo del Presbiterio, que corresponde al Este un epitafio que conserva la memoria de un hermano Ignacio que floreció a santidad y murió el año 1647, y lo enterraron allí, se descubrió su lápida en 1801, además se enterró a Fray José Ramírez de Tiabaya fallecido el 7 de mayo de 1790, este segundo cadáver se descubrió en 1804.
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Nota: El Hermano Ignacio era el indio Araucano que abrazó la religión con tanta gracia del cielo, que de Donado llegó a practicar virtudes heroicas, sirviendo a los enfermos cual ninguno, llevo toda la austeridad de la penitencia hasta su muerte. El cuerpo metido en un cajón de madera se halló en 1801 dentro de la pared del prebisterio, incorrupto y muy conforme al retrato que se conservaba de él . (Padre Barriga Memorias de Arequipa).
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Tiene este templo tres entradas sencillas y sin adorno alguno, que corresponde al Oeste , sepentrión y Sudeste la del Oeste cae a la calle recta que viene del sud al norte (hoy calle San Juan de Dios) y es la que diariamente está abierta, la del Norte , que corresponde al Altar Mayor y está interpuesta entre un medio Petril que tiene puerta a la calle , y una sala donde se velan los muertos, está continuamente cerrada, (hoy calle Santo Domingo)y la del sudeste que cae al convento , la abren cuando sacan los muertos a la capilla (hoy esquina entre las calles Dean Valdivia y Piérola ) .
No tiene otro adorno por fuera . La Torre que está en el muro de la calle que viene de sud a norte , (San Juan de Dios), y se halla salida de la línea de la pared , e interpuesta entre la entrada marcada del Petril, y la puerta del Templo, tiene 30 varas de elevación es de piedra sillar, de un solo cuerpo y de figura cuadrangular; teniendo un arco grande y desembarazado, en cada frente del que están pendiente cuatro campanas chicas y una grande en el medio. remata en una cúpula donde hay una grada en la base hay algunas inscripciones que no se pueden leer por la altura y lo mal escrito de ellas. Tiene 7 altares chicos dorados y de gustos antiguo, que los mandaron componer los padres, Prior _Fray N. Rodríguez y Fray Antonio <Casares. >>El altar central se edificó en 1570. La sacristía, y el Coro son piezas chicas, este tiene un órgano, la cajonería de cedro , donde guardan una colección de casullas viejas, y un terno nuevo de Jesu de oro, que lo sacan en las grandes festividades . Está rodeada de cuadros, siendo particulares el del Señor Crucificado de dos varas y media de alto, que es de un pincel singular, y tiene en la Cruz las suscripciones INRI en los tres idiomas , hebreo, griego y Latino.
Carece el templo de arco, y de todo lo necesario para hacer solemne y respetable el culto, así es que apenas tiene una lumbrera chica de plata, su joyería, donde continuamente está reservada . La majestad y su incensario con su respectiva naveta. No obstante de ser tan pobre el Templo , se halla muy aseado el Altar de San Juan de Dios , que tiene muchos devotos, que reciben su hábito para que los sanen de las enfermedades que padecen.
Esta costumbre es general , y casi no hay convaleciente en Arequipa que so vista este hábito, o escapulario, contribuyendo una cuota al templo.
Datos: Diario del viaje del presidente Orbegoso al sur del Perú. Padre Blanco.
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En 1804 se terminó el amplio edifico del hospital con la construcción de una sala que a sus expensas hizo hacer el intendente Bartolomé de Salamanca.
Entre estos últimos padres figura en primer término Fray Pedro Araujo, que había estudiado anatomía en Lima y en este hospital de Arequipa, y que vivía dedicado al estudio dé la medicina práctica, y también á la flebotomía en boga por aquellos tiempos.
Hubo también religiosos notables por su virtud y amor al instituto; tales como Fr. .José Ramírez, que siendo cura del pueblo de Cayarani, en la provincia de Condesuvos, dejó el curato, y se fue a Arequipa á tomar el hábito de San .Juan de Dios, y á servir á los enfermos con asombrosa abnegación; hasta su muerte, acaecida el 7 de mayo de 1790, siendo de muy avanzada edad.
Distinguióse también, por su caridad con los enfermos, Fray Francisco Rivera, á quien nunca se le vio en la calle, sino recorriendo día y noche las enfermerías. Este padre fue a servir al hospital de lea, después de la exclaustración de sus hermanos; murió allí sin dejar su hábito, y sin que hubiese decaído un punto su ferviente amor al instituto.
El auge comercial y el desarrollo del sector terciario en la zona céntrica no cesaba en esos años. Así el Cabildo solicitaba al prior del hospital San Juan de Dios sobre el propósito de Don Joaquín Cabrera y Oviedo de edificar tienda en el corto recinto que hace de cementerio en la iglesia Nueva del Hopsital, en 1824. (Evolución histórica urbana de Arequipa, 1540-1990. Ramón Guitierrez ).
La labor desplegada por los Hermanos de San Juan de Dios, estaba imbuida de especial mística y el pueblo de Arequipa se beneficiaba plenamente, pero lamentablemente, la Orden Hospitalaria tuvo que ausentarse de nuestra ciudad en cumplimiento del Decreto promulgado el 26 de setiembre de 1826 por el Supremo Consejo del Gobierno, que establecía la secularización de las órdenes religiosas.
A finales de año se secularizaron los Hermanos de San Juan de Dios que servían en el Hospital, siendo el último Fray Francisco Rivera, quien pasó al Hospital de lea y donde murió en opinión de santidad.
[...] Extinguida de esta suerte en Arequipa esa humanitaria orden religiosa y creadas en el Perú las Juntas de Beneficencia pública, por decreto de 29 de mayo de 1836, se fundó también en Arequipa la Junta respectiva; la que, por el ministerio de la ley, asumió la administración del Hospital. [...] (Revista Histórica, Órgano del Instituto Histórico del Perú Vol. II.1907).
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Lego juandediano, 1840. Acuarela de Pancho Fierro.
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El 28 de octubre de 1848 la Junta Local de Beneficencia de Arequipa, formada por 25 socios fundadores se hizo cargo del Hospital.
Páginas 176,177 y 178 del libro de Jorge Polar : Arequipa, descripción y estudio social, del año 1922, acerca del Hospital de San Juan de Dios.
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En el año 1868, al suceder el terrible terremoto que asoló la ciudad, el hospital de San Juan de Dios sufrió la caída del techo de la sala principal sepultando no menos de 40 personas. (Texao Tomo I. Juan Guillermo Carpio Muñoz).
El año 1871 existían en el país varias órdenes y congregaciones religiosas, y algunas de ellas prestaban servicios en otros hospitales. En vista de sus méritos y a petición de la Junta Local de Beneficencia, por Decreto del Gobierno las religiosas Hijas de San Vicente de Paúl fueron convocadas para que administren el Hospital.
Para el año 1873, el 8 de marzo tras una solemne ceremonia presidida por el Obispo, el Prefecto, el alcalde, la junta de Beneficencia y el Cajero Fiscal se inauguró el reconstruido Templo de San Juan Dios , destruido por el terremoto de 1868. La reconstrucción fue gracias a las erogaciones de Miguel Valdez y a la caridad pública. (Noticia en el Diario La Bolsa) [Texao Tomo II JGCM].
En 1878 un grupo de destacadas señoras de la alta sociedad arequipeña, se reunieron en la Iglesia de San Juan de Dios, para instalar en la ciudad, la Sociedad de Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl (SSCC). [https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/9420/IBERICO_RUIZ_LA_ROMA_DEL_PERU_RESURGIMIENTO_CATOLICA_ESPACIO_PUBLICO_Y_POLITICA_EN_AREQUIPA.pdf?sequence=1].
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El primero de febrero de 1902 las propiedades del Hospital de San Juan de Dios se lotizó en 5 partes : lotes 2 y 3 se dispuso construir y fundar un hospicio de medicantes a cargo de la Beneficencia, el 1 y 4 se venderían , y el 5 se construiría un edificio, este daba a la calle del Rosario. (Hoy Calle Santo Domingo). Actualmente los lotes 2 y 3 quedaron como propiedad de la Sociedad de Beneficencia, hoy oficinas administrativas.
Por todo lo leído anteriormente, se conoce que la manzana fue en tres frentes de propiedad del Hospital San Juan de Dios y el convento de los religiosos que lo atendieron, quedando para propiedad privada el frente de la calle Santo Domingo, sin embargo, incluso en esta calle, había una puerta con ingreso a la propiedad de los sanjuandedianos. ( Datos : del Libro Cuarenta y nueve manzanas. María Tomasio Bouroncle).
Panorámica de Arequipa, donde se aprecia la antigua torre de la iglesia de San Juan de Dios (izquierda) , y al fondo la torre de Santo Domingo (derecha). Fotografía de: José D´Angelo comienzos del siglo XX.
Fotografía del Antiguo Hospital de San Juan de Dios, en el Libro: Perú . Its Story, People and Religion de Geraldine Guidnnes 1909.
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En 1912 se cierra el Hospital de San Juan de Dios, ya que se inauguró el nuevo Hospital Goyeneche.
[...]Los hermanos de San Juan de Dios se fueron de la ciudad, dejando las instalaciones del antiguo hospital en manos de personas de buena voluntad, a los que muy pronto se les abrió los ojos de codicia , porque la inmensa devoción popular que había en Arequipa por San Juan de Dios les era muy rentable, y los codiciosos nunca rindieron cuenta del dinero que generaba esta devoción y en este templo. Es increíble que la entonces todopoderosa iglesia Católica no administrara este templo o por lo menos controlara a los 2 voluntarios" que se quedaron a su cargo.[...] Texao Tomo X . Juan Guillermo Carpio Muñoz.
Fotografía coloreada digitalmente que muestra a la Calle San Juan de Dios. Base : Postal de alrededor de 1915.
Recorte fotográfico al Plano de 1917 de Eduardo de Rivero.
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Poco a poco el terreno del antiguo Hospital de San Juan de Dios fue reduciéndose más y más. Ya para 1945 encontramos en la parte que da a la calle Deán Valdivia, el Cine Azul (cine que permaneció hasta 2006), junto con algunos otros inmuebles que dan hacia la misma calle.
Cine Azul 2008.
La Esquina de la Calle San Juan de Dios y Deán Valdivia en la actualidad.
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En 1955 viajó a Arequipa el superior provincial de la Bética Fray Gregorio Gutiérrez, en compañía de Fray Lázaro Simón y de Fray José María Bujalance, quienes dialogaron con el Comité de Damas de Santa Rosa y comprobaron la posibilidad de crear un centro asistencial para niños pobres, recibiendo el ofrecimiento de un local adecuado que poseían en la Av. Ejército.
El 28 de junio del mismo año, los Hermanos Lázaro Simón, Federico Arguello y Serafín Madrid, recibieron un terreno de 14 mil 720 metros cuadrados y un edificio construido por el Comité de Damas de Santa Rosa y un legado de D. Juan Gibson Möller consistente en una finca en Carmen Alto y un millón de soles en efectivo, dinero con el que se compraron los terrenos adyacentes hasta completar los 19 mil 878 metros cuadrados.
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Poco después, el 18 de agosto en Sesión de Junta General Extraordinaria se acordaron los términos de fundación del nuevo Centro Asistencial, en representación de la Orden Hospitalaria estuvieron los hermanos Lázaro Simón Cánovas, Federico Arguello, Bernardino García, Esteban Toyos, Vicente Caminero, Serafín Madrid y Juan José Domínguez; algunos de ellos se quedaron en Arequipa para comenzar con los trabajos de adaptación del local que fue denominado Hogar Clínica San Juan de Dios.
El 30 de agosto de 1955, en presencia de todas las Damas del Comité y un gran número de autoridades y bienhechores invitados, el Monseñor Rodríguez Ballón bendijo solemnemente el edificio reformado y ampliado.
El 14 de octubre de 1957, el Patronato Antituberculoso de Damas de Santa Rosa de Lima, hizo la donación legal del local y de los terrenos a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
El 15 de enero de 1958, ocurre el catastrófico terremoto que remeció la ciudad, muchísimos templos y casonas son destruidas.
[...] ...A menos de dos meses del terremoto y cuando se aproximaba la fiesta de San Juan que se celebraba el 8 de marzo , los "voluntarios" que manejaban la iglesia.... seguían con su lucrativo negocio, sin importarles que su templo amenazaba con caerse pues había quedado seriamente dañado por ese violento sismo. [...] Texao Tomo X . Juan Guillermo Carpio Muñoz.
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Al regresar los hermanos de San Juan de Dios se encontraron con problemas con la administración del antiguo templo, para esto la orden ya estaba ubicada en la Avenida Ejército, por lo que anunciaron que la fiesta del santo sería en el nuevo local, en vista de que el templo estaba en malas condiciones.
Los "administradores". [...]Agitaron a las placeras del mercado San Camilo, principalmente devotas del San Juan de Dios de la iglesia, que quedaba próxima al centro de abastos. Y no solo eso sino que entre gallos y media noche fracturaron los candados y cerraduras de la iglesia. con el paso de los años San Juan de Dios , como tenía que ser , fue entronizado y festejado en la capilla (y después iglesia) del Hogar Clínica de la Avenida Ejército; la iglesia de la calle San Juan de Dios fue demolida; las placeras de San Camilo y los codiciosos se hicieron hacer otra imagen de San Juan de Dios y lo veneraron y veneran, en un altar al paso del mercado.[...] Texao Tomo X . Juan Guillermo Carpio Muñoz.
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"Ruta de Hospitalidad" Hogar Clínica San Juan de Dios. Marzo 2012.
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Se trasladaron los religiosos juandedianos a su nuevo hospital de la av. del Ejército, obviamente llevaron sus imágenes; habían 2 imágenes de su patron(sic), una de ellas fué(sic) llevada a la capillita del balneario de Jesús, y la otra, la principal la conservan bien ataviada en el nuevo templo. Una anécdota, la secular procesión de SJ de Dios con el arcángel san Rafaél recorría el Mercado de san Camilo y calles aledañas, cuando dejó de salir, unos devotos mandaron a hacer otras para continuar con la tradición, y las veneraban en la Capilla del Refugio (antes calle Ejercicios). y la gran devoción mariana de ese templo era la Virgen de la O,( de la expectación del Parto), cuya imágen(sic) grande y sedente (sentada) la pude ver en el 3er piso de actual hospital, pero ahora le han puesto un Niño en sus brazos, ; yá(sic) no se le vé(sic) encinta. (Mario Paulet ).
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Algunos datos con respecto a la Orden de San Juan de Dios.
Como se dijo antes el Templo de San Juan de Dios quedó muy deteriorado, el día 4 de junio de 1958, entre los escombros, se llegó encontrar restos humanos, los cuales causaron gran interés, entre ellos se logró detectar a los restos óseos del artesano Javier Sánchez quién comandaba la columna de los Inmortales y a quién describe detalladamente María Nieves y Bustamante en su obra, Jorge o el Hijo del Pueblo durante el sitio de Arequipa en 1858, de está manera se confirmo que Sánchez fue enterrado en la iglesia, junto con muchos arequipeños que defendieron la ciudad, ya que no podían salir Arequipa por estar sitiada, estos fueron enterrados en el templo, en la nota periodística de 1958 se menciona que sus restos serían conducidos hacia el cementerio general, lamentablemente no hemos podido averiguar si realmente se trasladaron o en que sitio del cementerio actual de la Apacheta se encuentran.
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En agosto de 1959, la señora Hortensia Espinosa Bustamante de Salinas se sumó a la familia de benefactores del Hogar Clínica San Juan de Dios; dando muestras del amor a su querida tierra y sobre todo a los pobres, junto a su esposo visitaron al Hermano Superior Fray Pedro Vásquez y le manifestaron su deseo de colaborar económicamente para construir un pabellón para enfermos mentales, pero siendo éste incompatible con la clínica ortopédica infantil convinieron en que lo aportado sea utilizado para dicho fin; con este consentimiento el 29 de junio de 1960 se colocó la primera piedra del nuevo edificio, el mismo que fue completado en su totalidad gracias a la ayuda de bienhechores locales y extranjeros.
Con el fin de que todo funcione dentro del marco de las leyes sanitarias del país, durante el gobierno de Don Manuel Prado Ugarteche, la Dirección de la Clínica solicitó al Ministro de Salud Pública y Asistencia Social el reconocimiento oficial del centro.
El 14 de diciembre de 1961, mediante Ley Nro. 13759, se realiza el reconocimiento como Sociedad Benéfica sin fines de lucro, así como Institución Asistencial y de Auxilio, receptora de donaciones nacionales e internacionales.
El 14 de diciembre de 1961, mediante Ley Nro. 13759, se realiza el reconocimiento como Sociedad Benéfica sin fines de lucro, así como Institución Asistencial y de Auxilio, receptora de donaciones nacionales e internacionales.
El 28 de octubre de 1962, se inauguró la clínica infantil Hortensia Espinoza de Salinas, con la concurrencia de Fray Antonio María Mateo representante del padre provincial de la orden de San Juan de Dios, del Obispo de Piura, monseñor Erasmo Hinojosa y las autoridades departamentales.
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Fuentes:
- Estudios históricos de Arequipa, Alejandro Málaga Medina.
- Memorias para la historia de Arequipa. Padre Barriga.
- Revista Histórica, Órgano del Instituto Histórico del Perú Vol. II.1907.
- Cuarenta y nueve manzanas. María Tomasio Bouroncle.
- Arequipa, descripción y estudio social. Jorge Polar, 1922.
- Texao Tomo X . Juan Guillermo Carpio Muñoz.
- Arequipa su pasado presente y futuro. Adela Pardo Gamez.
- Its Story, People and Religion de Geraldine Guidnnes 1909.
- "Ruta de Hospitalidad" Hogar Clínica San Juan de Dios. Marzo 2012.
- Imagen de Portada: Fotografía coloreada digitalmente, base fotográfica foto de 1920.
