Índice
    1920.

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    El inicio

    Para el año 1917 el Concejo Provincial de Arequipa tenia pensado en realizar una obra  en las riveras del Chili. El lugar escogido fue la rivera izquierda del Río Chili, otrora un paseo  muy bonito lleno de árboles que poco a poco y bien entrado el siglo XX se convirtió en un espacio insalubre, por lo que se proyectó crear un malecón y mejorar el ornato de la ciudad.

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    Rivera izquierda del Río Chili , recorte fotográfico de una panorámica en el  Atlas de Paz Soldán en 1867.

     Vista de la Alameda antes de 1868. (Fotografía coloreada digitalmente).


    Recorte, 1893. Archivo de la Universidad de Harvard.

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    El 19 de abril de aquel año ya las obras del nuevo malecón estaban avanzando, la obra estuvo a cargo del ingeniero municipal señor José Miguel Gutiérrez, a iniciativa  del inspector de higiene el  doctor  Luis Chaves Velando, personaje muy querido por la población , oftalmólogo e iniciador del escultismo en Arequipa. Los gastos fueron costeados por el Municipio , para entonces a cargo del Señor Luis Rickkets.

    Según nota periodística del Diario El Deber (19/04/1917): 

    [...]Las Obras estaban  un tanto avanzadas y a  pocos días mas se hallarían terminadas.  Se comenzó  por hacer desaparecer los antiguos  montículos de basura y una vez aplanado el terreno se le ha calzado con piedra menuda del río. Se ha arreglado convenientemente el muro de defensa de las aguas y sobro él se ha levantado un barandal compuesto de barrotes de hierro que descansan en pequeñas columnas do sillar.

    Además, se ha plantado una línea de arbolitos á los que se les ha rodeado de rejillas de madera para protegerlos. Este paseo está iluminado por dos focos de luz eléctrica y termina por una plazoleta en el punto  donde concluye la calle del Resbalón,' que da acceso al río.

    En resumen, aquel lugar ha quedado convertido en un bonito paseo y sólo habríamos deseado que esta obra hubiera sido la coronación del saneamiento total de la ciudad, pues en ella, en sus barrios centrales, hay mucho que hacer en este sentido; allí está la cárcel de varones que hasta ahora permanece en deplorable estado de desaseo por haberse agotado los fondos para esta obra de urgencia clamorosa.

    No desconocemos la importancia del fiasco indicado, pero ciertamente no ha venido a llenar una necesidad imprescindible desde que la higienización en el corazón mismo de la ciudad, está todavía en ciernes y ahora se  tropieza con la gravísima dificultad de la falta de fondos por haber sido empleados en obras de embellecimiento que deben ser posteriores a las de saneamiento de los barrios centrales.





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    El Estreno de la Obra fue del agrado de la población, el 3 de junio de 1917, así se describió:


    El estreno  del Malecón EN EL RIO CHILI.

    Medalla de oro al Inspector de Higiene—

    Los discursos.—La concurrencia.


    A las 3 p. m. de ayer, como estuvo anunciado, tuvo lugar la entrega del Malecón al uso público que la Municipalidad ha hecho construir en la ribera del río Chili, á iniciativa del señor Inspector de Higiene, doctor don Luis A. Chaves Velando, con el objeto de que desaparezcan los basurales que desde tiempo inmemorial se aglomeraron en eso sitio. Ya en otra ocasión tuvimos la oportunidad de describir la obra; hoy volvemos á dejar constancia de que esa obra no sólo es do saneamiento sino hasta de ornato. Donde existían promontorios de basuras, allí hay ahora, merced al trabajo, una amplia calle, empedrada, bancos para el descanso y una hilera de árboles, que más tarde invitarán á pasar momentos de solaz. El muro que da á la orilla del río es alto y seguro y en su parte terminal se ha colocado una resistente baranda de fierro.

    Los muros en que reposan las fincas vecinas son do cal y sillar y bien construidos. En las paredes de estos muros y en muchos lugares se ostentaban gallardetes que flameaban con el viento.

    La concurrencia fué bien numerosa, habiendo estado allí el Concejo Provincial, comisiones de la Junta Departamental, Cabildo Eclesiático. Cura de la parroquia, Universidad, Beneficencia, Colegio Nacional de la Independencia. sociedades obreras, muchos caballeros y gran concurso del pueblo.

    Una banda de músicos ejecutó la Canción nacional y a  continuación, el vecino notable del Resbalón, señor Arturo Ibáñez, dió lectura a un bonito discurso, ofreciendo al  doctor Chaves Velando un diploma, en nombre de los vecinos del barrio. Luego el señor Felipe Santiago Rivera, director del Colegio de Santo Tomás de Aquino, en vibrante discurso, á nombre de los vecinos del Resbalón, Puentes Bolognesi y Grau, entrególe una hermosa medalla de oro, en señal de gratitud, por la obra de saneamiento que en esos momentos se estrenaba.

    Contestó el  inspector de Higiene doctor Chaves Velando, que ostentaba ya la medalla de oro sobre su pecho, con palabra cálida y emocionante, Agradeció al Concejo que sin el trámite del papeleo aprobó una partida do 8. 7.000 para obras de saneamiento, cuya cantidad ha sido allí invertida: á las casas Stafford y otras que han canalizado las acequias pequeñas hasta el río, levantando los muros y cediendo además lonjas del terreno que era necesario para esa obra, cuyos gastos representan S/. 8.000; por fin tuvo una palabra de aliento para con los modestos ciudadanos, los empleados municipales, Moscoso y Dávila, que han cooperado con su trabajo personal, vigilando y dirigiendo los trabajos.

    Los discursos fueron muy aplaudidos. Eran cerca de las 4 p. m. cuando toda la comitiva, después de felicitar al señor Inspecctor, lo acompañó hasta al Concejo. En todo el trayecto se reventaron millares de cohetitos.

    Es una obra que beneficia a esta ciudad y que servirá de estímulo para que se emprendan otras de la misma índole, por cuyo motivo nosotros también enviamos al señor Inspector nuestra franca palabra de aliento.

    Diario El Deber 4 de junio de 1917.


    Imagen encontrada en la página www.skyscrapercity.com. Tema Arequipa un siglo de Luz.

    Noticia en la Revista Limeña Variedades Año XIII N° 489,  del 14 de julio de 1917. 





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    El Malecón le brindo cierto atractivo a la zona, con el tiempo este espacio público fue ganando  mayor concurrencia,  para la década del 20  era un bonito paseo que  también se le conoció como la alameda por la gente del barrio del Resbalón así como por la gente del Tambo La Cabezona, pero ya desde 1918 a un año de su construcción  empezó a tener problemas  de abandono.

    Diario El Deber 11 de noviembre de 1918.

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    Posteriormente volvió a caer en el olvido ya en los años  40 y 50 el paseo fue olvidado, las frecuentes avenidas del Río hicieron que  poco a poco, volviese a ser un terreno baldío y de poco atractivo.


    Fotografía coloreada digitalmente, que muestra la antigua alameda por los años 40, Archivo fotográfico  de Raul Mendoza.

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    No fue sino hasta mediados de los 70s, con la construcción de la avenida La Marina, así como la erradicación de la actividad industrial, la posterior intervención con la rehabilitación de los antiguos tambos, después del terremoto del 2001 y finalmente con la recientemente acondicionamiento y reutilización de los terrenos e infraestructuras de la antiguas curtiembres, que se gano un bonito espacio.

    Para el nuevo milenio  las restauraciones hechas  por la Municipalidad revivieron el nombre de la Alameda Chaves Velando, y las posteriores  modificaciones de los Tambos hicieron que se ganara nuevamente un pequeño espacio para los peatones, pero sin el encanto que otrora brindo al paisaje al pie del Río y la vista al viejo Puente Bolognesi.





    El Nuevo Milenio.

    En 2010 como parte del proyecto de remodelación del barrio del Solar, se priorizó la rehabilitación integral de la antigua alameda Chavez Velando, en el tramo ubicado entre las calles Palacio Viejo y San Agustín, en cuyo frente se encuentran el Tambo de la Cabezona, el tambo Matadero y la quinta Salas.

    Los trabajos de rehabilitación y puesta en valor se orientaron a recuperar el carácter tradicional y el uso peatonal de este espacio público, que constituye un borde del barrio del Solar. Se soterraron las redes eléctricas y de telecomunicaciones en coordinación con las compañías de distribución, se restituyó el tradicional adoquinado en los pisos, se recuperaron las áreas verdes y se rehabilitaron las fachadas de los edificios colindantes y muros de sillar.

    El proyecto concluyó con la iluminación de la alameda, que permitió su puesta en valor y la mejora de las condiciones de uso y de seguridad para la población. La ejecución de los trabajos contó con la participación de los alumnos y alumnas de la Escuela Taller Arequipa.(http://www.programapd.pe).

    En este proyecto participó junto con la Municipalidad, AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional).