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    El curaca era el jefe político y administrativo del ayllu. Después de la invasión del Perú por parte de Francisco Pizarro y sus compañeros,​ los hispanohablantes le empezaron a conocerle con la voz taína de "cacique", que denota autoridad.​ «Curaca» deriva de la voz quechua kuraq (el de mayor edad/ hijo primogénito) que significa el primero o el mayor entre todos los de su colectividad natalicia.


    Originariamente debió ser el más anciano, sabio y gobernaba de manera paternalista; pero como su autoridad la podía heredar a un hijo que denotaba especial capacidad, es obvio que el criterio de la edad no fue siempre seguido. Los incas, a su vez, nombraron curacas para reemplazar a los que hubiesen demostrado resistencia tenaz contra su dominación. Entre sus funciones se hallaban:

    • Reparto de topos o lotes de tierras agrícolas.
    • Protección de los pobres o huacchas.
    • Labores de mantenimiento de la red hidráulica (limpieza y reparación de canales de riego).
    • Resguardo de los linderos de la comunidad.
    • Organización de la minka o trabajo comunal.
    • Debido a su autoridad, tenían derecho a poseer tierras y ganado de carácter privado, y acceso a pastos de la comunidad. Disponía del trabajo de mitayos, cuyo servicio lo canalizaba en su propio beneficio. El curaca, por lo tanto, podía exigir prestaciones personales, pero no se apropiaba de bienes en especie, salvo de los mercaderes. Asimismo, vivía en una casa amplia con servidumbre de ambos sexos. Tenía varias esposas, provenientes de su mismo ayllu o de pueblos vecinos, y a veces incluso, cedidas como favor especial, por el propio  Inca.



    Entre los caciques que se han podido rastrear a lo largo de la historia arequipeña figuran: don Esteban Condorpusa, gobernador del pue­blo de Yanahuara quien en 1774 era ya Teniente Coronel de Milicias. El Cacique de Characato don Ildefonso Osnayo estuvo también del lado del Rey. Don Lorenzo Cusirramos cacique de Paucarpata, ostentó el rango de Teniente Coronel de Milicias; lo mismo que don Antonio Flores que era cacique propietario de la Parroquia de Santa Marta y Don Joaquín Chullincaya quién fuese  recaudador de tributos en San Lázaro. Los caciques que hicieron historia en Cayma fueron los Alpaca.

    Los caciques fueron influenciados en provecho de los españoles para cobrar el tributo y recolectar  gente para las mitas , los Alpaca desempeñaron el cargo con altura y dignidad.

    Para convertirlos en instrumentos de la clase dominante se crearon los colegios  para caciques, eran tres: en el Cusco, Lima y Quito.

    Los caciques con el asesoramiento del Protector de Naturales ejercían la representación de la comunidad de indios.


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    Los Caciques Alpaca

    La primera referencia de los caciques Alpaca, la encontramos en la "Relación de la Provincia de los Collaguas para la descripción de las milicias que su Majestad Manda Hacer". Publicada por Marcos Jiménez de la Espada. Edición Atlas, Madrid, 1975. 

    Dicha relación fue ejecutada por orden del excelentísimo señor don Fernando Torres y Portugal, Conde de Villar, Visorrey de estos reinos. Ordenó al corregidor de Collaguas, Dn. Juan Ulloa Mogollón, escriba la memoria, relación de los indios para el buen gobierno. Para dar cumplimiento el Corregidor ordenó la comparecencia de todos los caciques, indios principales y de los religiosos que habían servido a la Iglesia, oficiarían de informantes. 

    En esa reunión se tomaría razón de la historia y tradición de la provincia de los Collaguas, así como de sus costumbres. La junta se realizó el 20 de enero de 1586, en el pueblo de Yanque - Collagua. Los caciques que acudieron fueron de Yanque-Collagua; de Lare- Collagua, de la parcialidad de Hanansaya intervinieron don Juan Cagia, don Felipe Alpaca y don Juan Arqui; asimismo participaron de Cabanaconde.

    Las raíces genealógicas de los caciques Alpaca se encuentran en la parcialidad de Hanansaya, distrito de Lari, valle del Colca y el primero que hace historia es Don Felipe Alpaca. Punto de vista que oí confirmado por el Dr. Enrique Tord, en su obra "Los Templos Coloniales del Colca - Arequipa" (1983,105). Refiere:

    "No debemos dejar de subrayar por otro lado que en la plaza principal del pueblo de Cayma, en el valle de Arequipa, aún podemos apreciar la casa que fue del cacique Matías Alpaca y Guáscar que ostenta un interesante aunque sencillo tímpano con relieves fechado en 1786".

    "Alpaca fue cacique de los mitimaes de Lari en esta antigua aldea que posee un magnífico templo. Su apellido es el de un viejo linaje de los "Caciques principales y segundas personas de la provincia de Lare-Collagua de la parcialidad de Hanansaya ..."


    El cacique más antiguo de Cayma fue Alejo Alpaca, lo certifica Don José María Cuadros.

    Los caciques Alpaca se distinguían por el uso del poncho de color pardo o negro, portaban un chicote, también llevaban un bastón de mando con incrustaciones de plata. Se les otorgó algunas prerrogativas, no pagaban tasas ni prestaban servicios personales, se les autorizó usar el vestido de los españoles. Como el cargo era hereditario se les obligó a regularizar el estado civil, así lo disponía la Real Cédula del 17 de diciembre de 1551. La casa del cacique cumplía ciertas normas, debería constar de un patio para las asambleas, a un costado el dormitorio para las hijas, otro para los varones, en el fondo la cocina y el corral.



    Descendiente de Alejo Alpaca, fue el cacique Hilario Alpaca, en 1750, corrió con un día de fiesta en la Inauguración del monasterio de Santa Rosa, en el llamado "Octavario". El cura de Cayma Fr. Juan Fernández Dávila platicó el sermón (Revista del Archivo Arzobispal Nº4).

    Hijo de Hilario Alpaca fue Dn. Agustín Alpaca, el cuál  en los actuados de la visita al pueblo de Cayma por el intendente Dn. Antonio Álvarez y Jiménez rescatan para la historia su  fluida actividad como caique. El intendente al analizar la causa de Hacienda deja constancia de lo siguiente:

    "...y al indagarse con el actual Cacique, si estaba o no en corriente la satisfacción de los réditos de treinta y cinco pesos anuales, satisfizo con asegurar, que desde el tiempo de su difunto Padre, y anterior Cacique don Hilario Alpaca, no se cobraba más de la Hacienda de Rivera...".

    De la referida visita aparece que el cacique Dn. Agustín Alpaca contribuyó eficazmente a reconstruir el templo destruido por el terremoto del 13 de mayo de 1784. Para la construcción de la escuela aportó cincuenta pesos, cien cargas de sillar, ciento de piedra negra para cimientos. El párroco y el cacique pagaban al preceptor Narciso Gutiérrez por la enseñanza que impartía a los hijos de los naturales. Asimismo, el cacique quedó encargado para hacer cumplir a los indios construyan sus casas en el pueblo. El cacique también hacía labrar las sementeras de los enfermos o impedidos. Por informes de don Agustín Alpaca llegó a saberse que dos tambos del pago de Callapa pagaban renta a la comunidad de Cayma por estar construidos en terrenos de propiedad de esta institución.




    Nota: Callapa fue un ayllu que se estableció en lo que hoy es la zona de Yanahuara y Cayma como recuerdo de esto una antigua calle levó ese nombre hasta inicios del siglo XX , pero fue cambiada a Calle Tacna.  Los Callapa constituyeron un enclave incaico de mitmaqs en el sector de "La Chimba" Yanahuara.

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    Los caciques Alpaca ejercían jurisdicción sobre los naturales de Cayma, pago de Callapa y Santiago de Tiabaya:

    " 1788 autos que don Agustín Alpaca cacique principal de los  pueblos de San Miguel de Cayma y Santiago de Tiabaya, parcialidad de Callapa, jurisdicción de la ciudad de Arequipa, siguió contra Bernardo Pucho, indio originario de Tiabaya, cuyos hijos siendo mestizos obtenían tierras de comunidad en detrimento de los indios enteros y originarios" Archivo General de la Nación, índice Manuscrito de Arequipa, Leg. XVIII, cuaderno 434.



    [...]Pero las seguridades que tenía Tupac Amaru se contradecían con la actitud de algunos caciques como el de Cayma don Agustín Alpaca que sirvió fielmente a la causa realista llegando a custodiar el Corregidor don Balta zar Sematnat. En el Archivo Depar­tamental de Arequipa existe documentación que prueba la ayuda financiera y militar proporcionada por el Cacique Alpaca para la expedición a Collaguas todo lo cual ··hizo en servicio del Rey y de la sociedad". El 24 de noviembre de 1780 es el primero en anotarse en el Donativo Gracioso para preparar los aprestos de guerra de la ciudad para su defensa. Por todo este servilismo se le recompensó con el cargo de Teniente Coronel de Milicias. Otro Cacique fidelista fue don Esteban Condorpusa, gobernador del pueblo de Yanahuara quien en 1774 era ya Teniente Coronel de Milicias. [...](Historia General de Arequipa).

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    Zamácola

    [...]  Escribió , además, pequeñas notas sobre la fundación del Beaterio, bendición de las banderas militares (1777) , los humos del Volcán Misti (1 787),juramento de fideli­dad a Carlos [JI hecho por el curaca Agustín Alpaca, relaciones de la visita del Obispo Benito María Moxa y Francoli, del virrey José Gabriel Avilés (1801), noticia de las minas de los cerros de Charcani y Chachani, sobre la Peste General de 1718 y algunas sá­tiras literario-moralizadoras como "Ars chupandi tabacum" " versos latinos , sátira a las damas fumadoras; "Peor es nada", ensayando festiva prosa contra los señores sin oficio, ni beneficio, frecuentadores de picanterías y cantillas, de quienes todo el mundo ha perdido la confianza; y, '"El Por qué de los médicos'" donde zahería a los médicos solícitos para atender a sus pacientes, a cuyos sepelios no concurren. De estos tres humorísticos juguetes satíricos, sólo existen referencias y por desgracia los originales (o copias) no son habidos . [...](Historia General de Arequipa).


    Hasta en Vítor se dejaba sentir el mando de los caciques Alpaca

    "Los cacicazgos llegaron a abarcar, en ciertos casos, jurisdicción relativamente extensas, como se puede deducir por lo que ocurría con el de Cayma, que, según lo llegó acreditar don Matías Alpaca y Huáscar, en el expediente que siguió, como pretendiente al mismo, en 1822, existente en el Archivo de la Real Audiencia del Cuzco, comprendía, más de dicho pueblo, el ayllu de Callapa, Sachaca, Tiabaya, Uchumayo y Vítor". (2) Guillermo Zegarra Meneses, 'Arequipa en el paso de la Colonia a la República, p. 78.

    En los terrenos de sembrío del Cacique Miguel Alpaca se fundó el convento de la Recoleta. El Virrey Marqués de Mancera, el 20 de diciembre de 1647, expidió la Provisión de Fundación del convento recoleto. El cacique era propietario de cuatro topos de terreno, el topo se cotizó a cien pesos. La escritura de venta se hizo con participación de Fray Fulgencio Maldonado por ante el escribano Diego de Silva, el 14 de julio de 1648.

    El cacique Dn. Agustín Alpaca ostentaba el grado de Teniente Coronel de Milicias. La distinción fue otorgada a los principales caciques de Arequipa por la lealtad que mostraron a la Corona en el levantamiento de Túpac Amaru.

    El cacique Dn. Agustín Alpaca prestó juramento de fidelidad al rey Carlos III., Zamácola, en una nota, detalla ampliamente la ceremonia de Juramentación que se realizó en la plaza de Cayma. El juramento lo hizo en representación de los indios de San Miguel de Cayma, Santiago de Tiabaya y parcialidad de Callapa.


    E1 grado de Teniente Coronel de Milicias y el juramento de fidelidad Carlos III son claras muestras de como se utilizaban a los caciques en provecho del sistema colonial. Aun así, los Alpacas nos han legado visibles huellas de su autoridad y actividad desplegadas, al correr el tiempo nutrieron raíces y la estructura de la historia de Cayma. Hablar de los Alpacas es referirse a la historia colonial. Un apellido que es timbre de orgullo y de distinción, un apellido que resiste al tiempo, especialmente en Cayma y en Yanahuara se deja sentir la influencia de linaje. Finalmente, la presencia de estos señores mandones es recordada por la casa del Cacique Alpaca y por una calle del mismo nombre que parte de la plaza de Cayma hacia el anexo de San Jacinto.


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    El Cacique Matías Alpaca Guáscar y el Expediente de la Audiencia constitucional del Cusco.

    Hijo de don Agustín Alpaca fue Matías Alpaca GuáscarEl Segundo Alcalde Constitucional de Arequipa, por auto de 26 de Setiembre de 1822, reconoció a don Matías Alpaca Guáscar el derecho de acceder al cargo de Cacique de Cayma y sus anexos. En consulta, elevó el expediente a la Audiencia Constitucional del Cusco. Tres son los puntos consultados: 

    1º que se de una idea clara de lo que significa duo y tiana, en que a la puerta de la Iglesia acostumbraban sentarse los caciques en señal de su empleo. 

    2° que el señor Intendente remita copia de la novísima Real Orden para que no se haga novedad en el sistema de rentas de ultramar 

    3º que el mismo Alcalde Segundo de Arequipa lomando cuantas noticias le parezcan para mejor asegurar la verdad, informe con toda individualidad cual es la jurisdicción que antiguamente ejercían y en el día ejercen; y cuales son los gajes pecuniarios, reales y personales que percibían y perciben por razón del cacicazgo.

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    La Audiencia Constitucional de Cusco devolvió el expediente a la ciudad de Arequipa para que se informe sobre la jurisdicción antigua y actual de los caciques de Cayma y cuales eran los derechos o beneficios que percibían y siguen percibiendo.

    Para acreditar lo solicitado por la Audiencia del Cusco se ofrecieron los testimonios de varios testigos, las declaraciones son valiosas e inéditas páginas de la historia de Cayma.

    El 11 de mayo de 1823 Dn. Pedro Alpaca prestó su testimonial por ante el escribano Rafael Hurtado (era el alcalde constitucional de Cayma, de ese año). Lo que declaró:

    "....que por los conocimientos que tiene adquiridos, ya con el motivo di ser Alcalde, ya con el de ser oriundo del Pueblo de Cayma, sabe qui aquel Cacicazgo y sus anexos pertenecen en propiedad a don Matías Alpaca a causa de ser descendiente por línea recta de los antiguos Guascar que lo obtuvieron por dilatados años; que esto que le consta por haber visto al Teniente Coronel don Agustín Alpaca, padre del pretendiente, le costa mucho más por Documentos que ha visto, además de la notoriedad pública; que la jurisdicción que aquellos ejercían, se entendía al Pueblo de Cayma, Valle de Tiabaya, Ayllo de Callapa y que al presente es esa misma la jurisdicción que obtienen: que no han tenido ni tienen gajes pecuniarios, y los que pertenece al cargo de Cacique solo son doce topos de Tierras y dos Chayanas, una en Callapa, otra en Tiabaya. Preguntándole que explique esta voz Chayana, contestó que es un pedazo de tierras para mantener una, o dos Bestias: que la asignación de Casicasgo de los doce topos, no es fixa, por que en las vicitas los adjudican ya en una parte, ya en otra...”.

    Acto seguido prestó su declaración don Juan Manuel Colque. Dijo, que por haber sido cuatro veces Alcalde de Cayma vio al Teniente Coronel don Agustín Alpaca, padre de Matías Alpaca y Guáscar, ejercer el cargo de cacique recaudador de tributos. Precisó los pueblos en los que ejerce jurisdicción y que están sujetos a doce topos de tierras de asignación.

    Luego compareció don Manuel Alpaca Valdez. Manifestó, que por haber sido dos veces consecutivas Alcalde del Pueblo de Cayma, por eso sabe que el Cacicazgo de Cayma y sus anexos pertenece en propiedad a don Matías Alpaca y Guáscar; enumeró los pueblos que estaban a su mando; por último, precisó que gozaba de doce topos de tierras de sementeras y dos cortos "terrasgos" para una o dos bestias.

    Otro testigo, Cayetano Puma, declaró que por ser natural y vecino de Cayma y por haber ejercido en tres oportunidades el cargo de Alcalde de Cayma sabe y le consta que los caciques de Cayma ejercen jurisdicción sobre los pueblos de Cayma, Sachaca, Tiabaya, Ayllu Callapa, indios forasteros de Uchumayo y Vítor. También dijo que los gajes ordinarios son el uno por ciento de lo recaudado; además doce topos de tierras, seis en Sachaca y seis en Cayma y dos cortos pedacillos que le sirven de chayanas.

    Fue llamado igualmente a declarar don Pedro Rodríguez, recaudador de tributos del pueblo de Yanahuara: Dijo: que por estar Yanahuara inmediato al de Cayma sabe que la jurisdicción del cacicazgo constituyen los pueblos de Cayma, Sachaca, Tiabaya, Ayllu de Ccallapa, e indios forasteros de los pueblos de Uchumayo y Vítor. Que el cobro a los indios forasteros y transeúntes se hace por medio de llacatas o segundos cobradores. Que goza de beneficio doce topos de tierras, seis en Cayma y seis en Sachaca y dos pedacillos de tierras que llaman chayanas.

    Por último, se recibió el testimonio de don Pedro Nina quien manifestó que por ser Alcalde Constitucional, en el presente año del Ayllu Ccallapa sabe y ha oído decir a sus antepasados que la jurisdicción de los Caciques de Cayma se extiende al valle de Tiabaya, y Ayllu de Callapa y Sachaca; además recaudan los tributos en los valles de Uchumayo y Vítor a los indios forasteros.

    El expediente fue devuelto a la Audiencia Constitucional del Cusco. Sin embargo, otra vez fue derivado a la ciudad de Arequipa para que se acredite si el Cacicazgo es de Sangre Gentilicio; que si el interesado es el llamado a heredar el cargo y que se emplace por edictos a los que se crean tener derecho. El interesado dijo:

    "Que don Hilario Alpaca, fue declarado en 3 de Noviembre de 1763 Cacique Gobernador de aquellos Pueblos por el Exmo. Señor Virrey Dn. Manuel de Amat, resultante del título librado legalmente en dicha fecha, en el que se nota, que aunque no parecieron para esta declaratoria, los títulos de Caciques librados a favor de Dn. Rafael. y Dn. Diego Alpaca Padre y abuelo de aquel Dn. Ylario, estaba numerado por Casique de los mencionados Pueblos...".

    El corregidor Dn. José Manrique libró el título de Cacique a favor de Dn. Agustín Alpaca, hijo de Dn. Hilario. El mismo que fue confirmado el 6 de julio de 1776, por el Sr. Virrey Dn. Manuel de Amat, ejerció el cargo hasta 1823 y renunció a favor de su primogénito hijo, Dn, Matías Alpaca y Guáscar. Probado está que el Cacicazgo es de Sangre, que han sucedido únicamente los primogénitos de los caciques gobernadores. Que Dn. Matías es hijo primogénito de Dn. Agustín Alpaca, éste de don Ylario que lo fue de Dn Diego. Se acredito haberse fijado edictos en la ciudad de Arequipa y plaza de Cayma, no hubo opositores.

    Que los gajes pecuniarios de los caciques son el uno por ciento de lo cobrado en cada año, cuyo monto asciende a 1990 pesos y los goces reales son seis topos de tierras en Cayma y seis en Sachaca, además de dos pedazos de tierras llamados chayanas.

    El expediente incluye el reclamo que hace Dn. Matías Alpaca y Guáscar para que se le entregue los seis topos de tierras ubicados en Cayma. En la exposición el Cacique destila amargura y desencanto por la justicia y autoridades de aquellos años que esconden los actuados, dilatan los trámites con la única finalidad de burlar el derecho que le asistía a Dn. Matías Alpaca y Guáscar. ¿El linaje de este cacique estaba emparentado con el Inca Huáscar? 

    Cayma: Historia  Tradición y Cultura. Félix Gallegos. 2002.

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    La Casa del Cacique Alpaca

    En una esquina de la Plaza de Cayma como vestigio de la presencia de los caciques caymeños, ha quedado la casa de Hilario Alpaca,   casa en la que se puede encontrar rasgos típicos de la arquitectura colonial arequipeña, esta se ubica en un costado de la plaza de Cayma, adornada por los monogramas de José, Jesús y María tallados en el sillar , así como la imagen central de un ángel  y fechada en 1786,  donde el estilo  barroco americano hace destacar la fe católica  en la portada, con los años la casa fue cambiando su fisionomía e inclusive su uso, ya que desde muy buen tiempo es una   picantería y lugar turístico obligado, para aquel que quiera visitar la Plaza y disfrutar de la gastronomía local. Una de las picanterías más recordadas fue la de la familia Meza Cárdenas, actualmente sus descendientes siguen con la tradición.

    Más abajo, cruzando la moderna pista encontramos  la calle del Cacique Alpaca, angosta y larga calleja que atraviesa el moderno distrito y que antaño contempló el andar de arrieros y chacareros con destino a la plaza, su antiguo arco fue reconstruido tras los fuertes sismos qua han azotado a la ciudad.


    Casa del Cacique Alpaca  en los años 70.



    Doña Agustina Cárdenas Vda. de Meza. 


    La Calle del Cacique Alpaca en 1890.



    La Calle del Cacique Alpaca en 1960.




    La Calle del Cacique Alpaca  en la actualidad.


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    Fuente: 

    • Cayma: Historia  Tradición y Cultura. Félix Gallegos. 2002.